La brisa trae tus besos
endulzantes a cerezos;
la Luna llena celosa
por tu amor, es envidiosa.
Las rosas tienen tu aliento,
en tus besos yo los siento;
las otras flores te desean,
con tu aroma se embelesan.
Aquellas tórtolas miran,
no soportan y deliran
por nuestras locas caricias,
para ellas, con malicias.
Amada, eres esencia
y causal de mi vivencia,
tu voz, arrullo de amante
tan dulce y extasiante.
Cuántas noches de amarnos,
de entregarnos sin cansarnos;
cuántas veces vivimos
y amados nos sentimos.
Carlos Rafael
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