Me empujaste a un vacío,
no termino de tocar el fondo.
En el trayecto, todo es frío,
y así, yo continúo cayendo.
Y te amé como a mi cielo.
Te decía: "Te amaba antes
que tu nacieras". Hoy como hielo,
indolente, y así me matas.
Me empujaste al precipicio,
no hay cómo detener mi caída,
no te condueles con mi suplicio.
Decidiste cercenar mi vida.
Ya no conozco la luz del día,
ni a la noche y su Luna llena.
Te la llevaste mi alegría,
condenándome a vivir en pena.
Te has llevado hasta mi sueño,
me robaste en silencio todo;
de mi sonrisa, ya no soy dueño.
Eludirte, no existe modo.
Es doloroso el cruel tormento
no conozco del sosiego, nada;
te vaciaste de sentimiento,
te volviste tan agraz, helada...
Imagen de Pinterest