En mis sueños estabas reluciente,
vestida de color escarlata,
caminabas calmosa y radiante.
Risueña me mirabas coqueta.
En mis sueños te ví despampanante,
tus labios carmesí hermosos
parecían brillar insinuantes,
sensuales y sedentes de besos.
No podía dejar de contemplarte,
absorto por tu bella presencia
deliraba ferviente por tenerte,
beldad de indecible lucencia.
En mis sueños te amé arrebatado,
me diste tu manjar delicioso,
tus caricias y besos alongados.
Amarte se volvió solazoso.
Me hiciste feliz en tu empíreo.
Los pétalos de rojo fragante
encubrían tu cuerpo del deseo,
Con ansias te amé delirante.
Desperté, y estabas a mi lado,
¡oh Dios! no te soñé mi amada.
Despertaste, dijiste: “… oh amado,
muy lindo me amaste mi vida.”
Carlos Rafael
Imagen de Pinterest