El 21 de marzo se cumplió tres años de la cuarentena o confinamiento en Bolivia, por el COVID 19. Trágica reminiscencia, aún duele por los seres perdidos. Pero, el amor, a su manera, también le hizo frente al malvado virus. Estos versos, florecieron en la peor adversidad, de la realidad de entonces, fue un atardecer en algún lugar de la ciudad, una tarde del 21 de septiembre ...
Aquella tarde de septiembre,
ella, de belleza refulgente
y ojos que hablan de amor,
apareció súbitamente.
Bondadosa y llena de regocijo,
de pasos firmes y resuelta
avanzó indetenible hacia mí,
y me miró con tanta ternura.
Con inusitada rapidez,
su delicada mano derecha
retiró el barbijo de su rostro
de encanto desbordante.
Me abrazó efusivamente
como a un niño ávido de calor;
yo también la abracé fuerte.
Luego, todo fue un sueño.
Me beso en la boca, también lo hice,
y besé lo que más amaba de ella
sus lindos ojos, los amé y los amé…
Aún absorto, sigo soñando con ella….
(Carlos Rafael)
No hay comentarios:
Publicar un comentario