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AMORICIDIO

 

Duele que ya no me dirás: "Te amo mucho".
Qué pronto olvidaste que amé
inmensurablemente tus encantos,
delicias y la ambrosía de tu amor.

En el silencio más implacable
fuiste desmoronando lo nuestro;
impasible, ahuyentaste recuerdos
y resecaste tu amor que daba vida.

Al final de tu extinción
friamente dijiste: "...no me sigas."
Yo, con el corazón mutilado
languidecí y morí a tus pies.

Tu falsedad, desencadenó
cruel tribulación a mi alma,
y la atormentó alevosamente.
Fue la  noche más enrarecida.

La Luna se percató de tu maldad,
y las estrellas dejaron de tintinear,
el aire tiritó como un niño, se congeló.
¡Dolió tu excecrable  amoricidio!

#Lobo Solitario#



MIENTRAS AMABAS

Sucedió mientras creías 
en todo lo que decía y hacía.
Al final, tarde te diste cuenta, 
fue como un trago amargo
y hiel
Tu alma, fue rasgada con crueldad
por el frío zarpazo del desdén.
Mientras amabas intensamente, 
las flores fueron estrujadas
por la falsedad, 
para que no aromen tu parterre;
y la primavera fue decapitada
vilmente cuando más amabas. 
Después, fuiste martirizada
largos días y noches. 
Tu dulce melodía de voz
fue silenciada injustamente. 
Tus quimeras desmanteladas, 
por haber amado con pasión. 
Ahora, ya es demasiado tarde, 
porque tu hermosa sonrisa
también fue pulverizada, 
y lo peor, 
fuiste ultimada por la espalda
cobardemente. 
¡No fue un descuido! 
Estaba fríamente preconcebido 
por la impostura del falso amor
¡No te diste cuenta!

(Carlos Rafael)








SUCEDIÓ


Te siento en el aire puro de la noche aromado de ti;

la rosa roja coqueta se despertó  y se perfumó de ti;

la noche celosa decidió encubrir tu divina belleza,

pero la descubre para llenarla con mis locos besos.

Las estrellas se sonrojan al verte, cómo te amo,

y enloquecen cuando llegamos a  nuestro apogeo.

El silencio trepidó irresistible con el encanto de tus gemidos,

y sabe que precipitaste nuestro alocado culmen.

Todo sucedió en el tejado aquella cálida noche,

hasta la Luna llena aún está absorta 

por lo que hicimos;

y yo, al conquistar tu belleza, me quedé consumado.


(Carlos Rafael)


ELLA SE NIEGA

Le dije a ella

si le gustaba la fruta manga,

me respondió que sí, que le agradaba

carnosa, dulce y jugosa.

Entonces le dije: ¿como tú?

Ella se puso tan feliz,

y me sonrío maliciosamente.


Ella es una diablilla,

pero, tiernamente angelical,

tanto que ahora se niega y resiste

abandonar mi frágil corazón.

Intenté sutilmente desalojarla, 

ella, se aferra con sus dulces encantos,

sonríe provocadora y desafiante.


(Carlos Rafael)

Imágen de Internet

 

DUELE


Como duele el amor.

Amor mío, siempre dije que,

el amor es felicidad.    

Fue tan pleno, sublime,

y lo más hermoso de mi vida,

tenerte y compartir 

esos bellos momentos de unión.

Sin temores llenos de pasión,

entrega única. 

Tu lo dices:

”Nadie nos amó como nos amamos.”

Apesar de la distancia,

este amor crece más y mas..

Y será eterno, único 

y fuera de este mundo.

Pero, a pesar de todo,

duele al pensarte todo el tiempo;

al soñarte dia y noche;

y al desearte,

como en esos momentos de fuego,

de ser uno solo. 

Fundidos por este  amor.

¡Te amo!

Te amo tanto que, 

creo que sufro en la misma magnitud.


*La Musa Lejana*



EN EL TEJADO


Te siento extasiado hasta en el aire aromado de ti;
la rosa roja coqueta se ha perfumado de ti;
la noche celosa encubre 
tu divina belleza,
y la descubre cuando te lleno de mis locos besos.
Las estrellas se sonrojan cuando te amo,
enloquecen cuando llegamos 
a nuestro apogeo.
Todo sucedió en el tejado aquella noche,
hasta la Luna llena aún está absorta ...

(Carlos Rafael)



TE EXTRAÑO

 Irreversible es mi locura

por tu amor sin mesura,

eres voraz y con vesania.

Vivir sin ti no podría

 

Musa lejana, tu hermosura    

desfloró con ventura,

aquella noche, entre mis brazos.

Nos entregamos intensos

 

He ascendido y descendido

a tus colinas, perdido.

Sobrepasamos juntos la gloria

con esplendor y euforia.

 

Fue dionisíaco lo vivido

nunca habrá el olvido,

ni lejanía que nos extinga

ni falsedad que avenga.

 

Hasta mi alma te necesita

desesperado palpita,

por tus encantos dulces reclama

y en la distancia te ama.

 

Yo te extraño musa lejana,

y si regresas mañana,

me asiré loco de tu cinto

y no tendré sufrimiento.

(Carlos Rafael)

FUISTE TÚ

Mi poema fue versado por tus besos,

por tu cálido abrazo extasiado,

por tus caricias incesantes que inspiraron sus rimas.

Tu eres fémina que tanto a mi alma sublimas.

 

Has dejado que tus labios deliciosos

permitieran que mis labios los tocara,

como si ellos estuviesen esperando ansiosos

y asperjados como miel para que yo degustara.

 

Cautivante es tu rostro de ternura

de piel tersa y sonrisa agradable;

las curvaturas de tu cuerpo con sabor a dulzura,

con desenfreno me entregaste, con ardor insaciable.

 

Mi errática vivencia detuviste

en tus brazos yo me siento deslumbrado;

apaciguaste los tormentos de mi alma en ristre,

y como musa de mis sueños con locura amado.

 

Desde lejos con delirio nos amamos,

nuestras almas exultantes se entregaron,

fuimos noctámbulos amantes que vacíos llenamos

y apogeos portentosos de pasión nos unieron.

 

Te has vuelto mi poema cotidiano,

imprescindible son los versos de tu cuerpo gozoso,

me trastorna tu encanto de verano.

Es misteriosa la entrega de tu amor estuoso.

(Carlos Rafael)

 

ASÍ ERES

ASÍ ERES
De las estrellas
eres la más refulgente;
de las flores,
la más aromada;
de las primaveras
la más extasiante;
en mis sueños
no eres prohibida.
En mis noches,
reina deseada del amor.
Tus ósculos fervientes,
son veranos de amor.
Tu boca tentadora,
que se abre deseable.
Tus labios rosados,
delgados y melados
con ardores de goce.
Tu suave voz extática,
es la llamada inevitable
para ser amada.
Tus lunares,
causantes de mi ofuscación.
Tu piel tersa, alba
y fraganciosa, es aliciente.
Tus senos apelmazados,
enhiestos y desafiantes
que reclaman sus besos.
¡Hay de tus cabellos!
ensortijados de castaño claro,
que desean sus caricias.
¡Hay de tu cuerpo!
ondeado y arrebatante
en actitud de entrega.
Tus muslos de afrodita
agraciadas, sensuales
e incitantes.
Tu semblanza es beldad,
que cabalga hacia
su cúlmen de felicidad.
¡Hay de tu horcajadura!
fue ahí que perdí la razón.

(Carlos Rafael)

 

COMO LA BRISA

Tu piel tersa, alba y fraganciosa,  es aliciente para mis besos y caricias itinerantes y frenéticos sobre tí.  Encallan en tu puerta que me ...