Noche de Luna cautivante,
¿por qué me amó la poetisa?
Ella mi poema estuante
me dió su belleza irisa.
Verso a verso nos amamos,
su boca, rimó con mi boca;
cuerpo a cuerpo arrimamos,
pasión tan intensa y loca.
Ella besaba con sus versos,
con tanto fervor lo hacía.
Fuimos amantes reconfesos,
me dió con amor ambrosía.
Tengo candente todavía
mi cuerpo amado por ella;
era encanto que ardía,
poetisa de besos muy bella.
Todas las noches la aguardo,
sentado debajo la Luna.
Ella, me hizo en su bardo,
y somos, hermoso consuno.
Nunca se vaya mi poetisa,
sin ella, se muere el poema.
Tiene encanto su sonrisa,
es vida y pasión que me quema.
Carlos Rafael - mpl
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