Ya no somos el pasado,
la nostalgia se olvidó de nosotros,
tu poema resecado,
se murió porque ya no fuiste su estro.
¿Que pasó, que la nostalgia,
ni siquiera te registró en su poema?
De tu amor, no hay ni magia;
al olvido, ni le has dado la pena.
¿Y por qué te he pensado,
y se hace inacabable mi noche?
Aunque eres el pasado,
en mi alma hay un doloroso reproche.
No debía ni amarte,
ni tampoco condescenderte mi alma.
No debía conocerte,
porque tú, me arrebataste la calma.
Ya no duele tu ausencia,
me flagela tu iniquidad aleve,
y por tí no hay carencia;
ni siquiera tu impudicia conmueve.
Carlos Rafael
Imagen de la red