Etiquetas

VERSOS INCONCLUSOS

I

(Primera vez)

Llovía aquella noche cálida, 

tu blusa delgada de seda mojada 

se adhería a tu cuerpo, 

trasluciendo tu belleza curvilínea. 


Tus castaños cabellos mojados

caían sobre tu rostro de niña, 

te volvían sensual e irresistible. 

Llovía y llovía aquella noche. 


De súbito, nos abrazamos, 

no sabía cómo protegerte

tu respiración cerca de mi boca, 

nuestros corazones se agitaron. 


Entonces, tus pequeñas manos

se deslizaron inquietas a mi cuerpo, 

y también las mías lo hicieron. 

Tus suspiros me extasiaban. 


Nuestros cuerpos se buscaban, 

la lluvia encendía pasiones

deviniendo extraños deseos. 

Pero, estábamos muy felices. 


Dijiste en voz  baja  a mi oído:

"Es nuestra primera cita  romántica."

Hermosa mujer de mis fantasías, 

ansioso espero volver a verte. 


(Carlos Rafael)

Imágen de Internet


VERSOS INCONCLUSOS

No. 2

Hermosa la Luna llena brillaba, 

su extraño encanto estimulaba;

la noche a rosas se aromaba

y un grillo alegre canturreaba. 


Lucía la noche de plenilunio, 

el cielo festivo se desplegaba

mostrando estrellas de gran fortunio, 

gozando de un aire que extasiaba. 


Sesteabas divina sobre tu cama

beldad deslumbrante en tu pijama, 

sinuoso y albo transparentaba. 

Tus senos redondos, me perturbaban. 


Rosadas areolas me entregaste, 

bebí tu elixir y me embriagaste. 

Tu noche de amor fue apasionada

y yó, en tus brazos me alocaba. 


Tus labios delgados los he besado

rosados fragantes me han cautivado, 

perdido en tu cuerpo he descendido 

llegando a tu centro. Hemos vivido. 


En cuerpo y alma nos fusionamos, 

fue tanto amor que nos entregamos

que ahora no dejo de imaginarte. 

Mi amada, hermoso es desearte.


(Carlos Rafael)

Imágen de Internet



PENSANDO EN TÍ

I

No es fácil echarte al olvido

mis labios aún están humedecidos por tí. 

No sé lo que sucederá si se resecan. 


¿Acaso volverás como la primavera? 

Que no sea cuando el otoño me pulverice. 

Entonces no seré nada en este mundo. 


Pueda que renazca en la otra realidad, 

los que se aman dicen que se reencuentran.  

Te esperaré, así sea en la perpetuidad. 


II

Cuando llega la noche, ya no estás,

en vano te busco entre las estrellas, 

y la cruel soledad me terebra el alma. 


En total desvelo, larga se hace mi noche, 

puedo oír los ayes del dolor de mi alma

que padece el tormento de tu ausencia. 


Se han diluido en el páramo inhóspito

las últimas gotas de mis lágrimas

porque tu prolongada ausencia mata. 


III

Solo el olvido mata las esperanzas

y jamás vuelve a retoñar el amor, 

hasta las quimeras son inmoladas. 


Pero, ¿cómo olvidarte mi amada

si estás en mis sueños amándome

como lo hacías en nuestras noches? 


Al despertar ya no estás conmigo

solo tu fragancia permanece en mi cama

y mis sábanas humedecidas por tí. 


IV

Las flores marchitas se han resecado

el viento se las arrastra indefensas, 

el olvido ha consumado su amoricidio. 


No sé que será de mi amor por tí, 

el sepulturero -el olvido-  se olvidó de mí, 

porque mi amor por tí no ha muerto. 


Errático andaré por lugares desconocidos

en busca del olvido para que se extinga 

lo que se resiste a morir en mi corazón.


(Carlos Rafael)



COMO LA BRISA

Tu piel tersa, alba y fraganciosa,  es aliciente para mis besos y caricias itinerantes y frenéticos sobre tí.  Encallan en tu puerta que me ...