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EN LA PLAZA

Aquí, sentado en las gradas de la plaza, espero con ansias que aparezca la Luna llena. La noche está calmada, el cielo despliega sus estrellas rutilantes. El calor de una suave brisa acaricia mi rostro de aspecto abrumado por recuerdos imborrables que perduran,  muy a pesar de lo años que han transcurrido. 

Cómo olvidar, que en este lugar, una noche como hoy, juramos amarnos hasta nuestra existencia otoñal; juramos amarnos, incluso, hasta la otra vida, infinitamente. Aquella noche, la Luna llena, resplandecía Intensamente iluminando el momento en el que nos fundimos en un beso tórrido  y alongado. 

Aún puedo sentir en mis labios, sus labios con sabor a cereza; su piel albugínea endulzada a miel; sus cabellos negros rizados y aromados a rosa, su cuerpo de curvas y cimas arrebatantes. 

¡Ah! sus suspiros pausados desde la profundidad de su corazón. Yo la tenía arrullada en mi pecho, como a una niña, y acariciaba su tierno rostro de piel sedosa. 

La plaza como ahora, estaba vacía, y nosotros, en sublime unicidad inseparables, amándonos debajo de la Luna llena, testigo o cómplice de nuestro amor puro e incondicional. Ahora, en esta noche de nostalgia, contemplo embelesado la aparición de la Luna llena detrás de las lejanas  montañas. Mi alma se alboroza, mi cuerpo tremoso y mi corazón palpitante; mis ojos, contritos, dejan caer unas lágrimas que humedecen mis frías mejillas, inevitablemente. La sigo amando, tal vez más que nunca. 

Desde que te has ido repentinamente una mañana de cielo clareado hacia la infinitud, no puedo olvidarte. El vacío que dejaste en mí, es imposible que alguién pueda llenarlo; desde que te has ido, te hiciste irremplazable e imprescindible, tanto que, vivir sin ti es muy doloroso. Espérame amada mía, que ya estoy atravesando el umbral de mi existencia otoñal. Mi final, ya puedo avizorar en el horizonte embermejecido, y aguardo  con ansias, el momento aquel para estar juntos y amarnos allá donde estás, en tu mundo célico, donde irreversiblemente seremos perpetuidad. 

¡Definitivamente! 


Carlos Rafael

Imagen de red








VOLCÁN

Amada mía, soy tu volcán, 

y tú, la fértil selva abonada

de profuso amor inagotable, 

Soy lava ardiente de pasión

provocada por tu cuerpo albo

de  extáticas colinas  y areolas... 


Soy el navegante que se perdió

en el centro de tu vida y amor, 

donde me embriagué exultante

con el aroma de tu delicia good girl. 


Soy tu volcán, y tú, el sosiego 

de mi pasión sedente por tí. 

Solo tus gemidos, caricias 

y besos pueden extinguirme 

inevitablemente con tu culmen divino. 

¡Me acuerdo, me abrazabas intensamente! 


Carlos Rafael

Imagen de red




LLEGAMOS

Su  piel ardía, 

al besarme se escabió. 

Amor pedía. 


Ida estaba, 

humedeció mi boca, 

amor me daba. 


Y acaeció

que el tiempo se detuvo. 

Todo sucedió. 


Juntos llegamos

al climax fulgurante. 

Nos adherimos. 


Su piel fragante, 

a good girl me encantó, 

fue su talante. 


Carlos Rafael

Imagen de red




SIEMPRE TE AMÉ

                    (Versos libres)  Inexorable pasó el tiempo,  tantas cosas nos sucedieron desde que nos distanciamos en la bruma del dese...