En esos dias aciagos, cuando Tanatos parecía aguardar nuestro triste final de la mano del covid, un abrazo con ella era vida y amor. Sentimos cuántas ganas de llorar como unos niños aterrados, desamparados y angustiados... Nos agarramos tiernamente de las manos, caminamos y caminamos por las silenciosas y desoladas calles de la ciudad. ¡Al final, sobrevivimos!
Me fascina abrazarte
porque puedo sentir tu encanto,
y las ganas de amarte,
me extasías que ya no aguanto.
Me atraen tus ojitos,
parpadean y me provocan,
juguetean muy bonitos,
hasta nuestras pieles se tocan.
Abrazarte es un sueño,
es preludio de algo cercano,
como fuera ser el dueño
de un mundo bello y galano.
Me apasionas al mirarme,
a mi alma la enterneces;
yo quisiera serenarme,
y no puedo, tu me remeces.
Yo estaba destruído,
me trajiste bellos momentos,
y contigo fue espléndido.
Despertamos sentimientos.
Abrazarte es amarte,
es tu pasión tan deleitosa,
que me muero por besarte,
y te entregas mujer sabrosa.
(Carlos Rafael)
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