(Versos libres)
Todavía llueve en la nostalgia, aquella noche,
cuando jubiloso abracé tu cuerpo
mojado por la lluvia,
traslucía tus bellos encantos
debajo de tu mandil
de colegiala candorosa, tierna
y llena de inocencia.
Temblabas como blanca paloma,
mientras llovía,
y fue cuando tus cabellos negros mojados los besé;
tus labios delgados y rosados
me insinuaban,
los míos también, y con ansias
nos besamos.
Asi nació, este amor que se hizo
fuego inextinguible,
y a pesar del tiempo inexorable,
cada vez más te amo.
Esta noche, la nostalgia llueve,
y te siento intensa,
como cuando te besé acezante
por primera vez.
Desde entonces, no he conocido
tanta felicidad.
Mis labios todavía se humedecen
al recordarte.
Dulce causante de la nascencia
de este amor,
es por tí, que mi alma regresa
regocijante al lugar,
cuando llueve como en aquella
noche inconclusa.
El día que atraviese la infinitud
del cielo azul,
le sonreiré a la vida cual un niño,
por haberte conocido.
Tu, siempre mi amada perpetua.
Carlos Rafael
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