Me dices, ¿qué te gusta de mí?
Te digo: "Todo, todo de tí,
incluso tu locura que desordena mi vida."
Te quedas asombrada, con la mirada perdida.
Me dices: “Esta noche será,
te quiero ver, ahí me amarás.
Espérame ahí, donde el jardín de mis rosas,
tus manos en mi talle yo sentiré, como ansa.”
Aquella noche fui un volcán,
ardimos ambos, fuimos afán.
Después, yo te propuse que te volvieras mi musa,
y tú, me aceptaste ser de mis poemas la causa.
Ahora, eres musa primor,
mi poema más hermoso del amor.
Serás imprescriptible, mi primavera eterna,
fontana de poemas, de tu delicia tan tierna.
Carlos Rafael
Imagen de red
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