Te espero en la esquina de la plaza,
el cielo empieza a oscurecer,
parece que la tormenta amenaza,
la gente empieza a desaparecer.
Impávido, con los ojos que escudriña
allende los cerros de la gran ciudad,
quisiera que de pronto llegue mi niña.
La lluvia empieza a caer sin piedad.
Empiezo a tiritar y tú, no vienes,
la lluvia intensa me hace padecer.
Admito, enamorado tu me tienes,
y este amor no puede perecer.
Carlos Rafael
Foto de Internet
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