Mítica noche con dosel de estrellas,
es debajo de ella que me transfiguro
y despliego mi incontenible condición,
de militante irreductible del amor,
de la libertad, la justicia, la sonrisa,
por la utopía de la humanidad,
de historias nocherniegas reveladas,
también de las que fueron censuradas,
proscritas, satanizadas y perseguidas
por los mojigatos, hipócritas, genuflexos y la "verdad oficial"
¡bazofia repugnante de la especie humana!
Desde el sótano de mi cuartel de invierno,
con la mirada perdida, delirante
y sonriente
incursiono en la ciudad que parece dormir;
amante compulsivo de mis guerreras,
bebedor obsesivo del vino rojo,
desde los labios de ellas.
También, amante de las “cándidas” o "inocentes"
victimadas cobardemente
por sus “príncipes azules”.
También amante de mis extravagantes ácratas,
libres, intelectuales incondicionales
y bohemias.
Buenviviente de tascas encubiertas, clandestinas
y clausuradas,
verdaderos territorios liberados,
por la acción subversiva
de los parroquianos
y recalcitrantes bohemios, siempre evasivos, renegados,
rebeldes y enemigos jurados
del "contrato social" opresivo,
y del orden injustamente establecido.
Solo capitulo incondicionalmente
ante los encantos de mis falenas
lujuriosas, hedónicas,
ninfómanas, pretenciosas, perturbantes e irresistibles.
A veces, en mi soledad, cansado
de mi itinerante andar,
encallo en cualquier lugar
en una fría noche
orlada de estrellas,
con la mirada absorta
y extraviada
en el inconmensurable horizonte.
A veces, como un niño
con mis cabellos desordenados,
me refugio bajo el arrullo subyugante de mi nereida edénica.
¡Oh cuánta ternura!
También añoro a mi amada ausente que una mañana,
súbitamente partió a la eternidad
¡sin decirme adiós!
A partir de entonces, confieso
que ya no soy normal.
En momentos de mi deprimente nostalgia, me autodestruyo…
¡Luego me alzo!
A veces…cuando quiero.
Pablo Rojas
Imagen de Pinterest