Versos libres
Incansable, recorrí el bosque,
donde una noche de Luna llena,
fuimos conjunción de cuerpos
y fusión de células del amor...
Al no encontrarte me conmoví,
había en mí un vacío pavoroso
me sentí perdido y devastado.
Tu ausencia fue insoportable.
Aquel árbol, donde te amaba,
aún tenía el aroma de tu piel;
y el cobijo de sus hojas secas
reclamaba tu cuerpo de fémina.
La brisa de la noche de Luna,
susurraba en mis oídos
tu suave voz melodiosa.
Mi alma ansiosa te buscaba.
Recordé que en el bosque tupido,
corrías felíz como una niña;
te alcanzaba y te abrazaba
y nos amábamos con locura.
Prometía amarte por siempre
como se aman los tórtolos.
Tu tierna y cálida voz de mujer
me desbordaba irreprimiblemente.
También decías que me amabas,
que me esperabas y extrañabas.
Te confesé que yo, ya no tenía remedio,
y tú, me besabas alongadamente,
Carlos Rafael
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