Hermosa musa, me duele tu ausencia.
Los colibríes extrañan tu boca,
tampoco puedo vivir sin tu presencia.
Mis pensamientos, por ti se ofuscan.
Hablame vida, tu sabes que me agrada,
si no lo haces, padezco, me matas.
Decime algo, sin tí, ya no soy nada.
Es tu beldad que a mí me arrebata.
Te busco ¿dónde estás? No te encuentro,
en la Castalia también no estabas,
los poemas, tristes se fueron sin tu estro.
¡Oh esperanza, soñé que llegabas!
Oír tu voz de Calíope quisiera,
irresistible pasión provocabas.
Regresa pronto , me desesperas,
no me olvides, contigo deliraba.
Ayer, mi alma lloró desconsolado,
ya no podía, sin tí se quebraba;
y yo, sufría despedazado,
tu lejanía, ya no soportaba.
Carlos Rafael - mpl
Imagen de red
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