Como la brisa yo quisiera
rozar tu blanca piel fragante,
tus cabellos, tu cadera,
tu dulce boca extasiante…
Como la Luna de la noche
tocar tu cuerpo desearía,
poder besarlo con derroche
hasta hacerte solo mía.
Como el agua del verano
recorrería tu belleza,
hasta lo más cerca y lejano,
desde tus pies a cabeza.
Tu negligé de seda rojo,
sobre tu cuerpo de colinas,
yo me imagino, me sonrojo.
¡Ay tus caricias! son tan finas.
Cuando oí tu voz de musa,
me cautivaste sin remedio;
de mis poemas fuiste causa,
de mis pasiones el incendio.
Me enloqueces mi tesoro
con tus encantos de poetisa.
Es tu existencia la que adoro,
y tu hermosura muy precisa.
Carlos Rafael
Imagen de Pinterest
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