Con el tiempo pereció,
ya nunca supe de ella.
Un amor apareció,
entonces, mi vida destella.
Ya no duele el amor,
brotó un día cualquiera,
su sonrisa es candor,
es dulce amor primavera.
Mis heridas restañó,
me dice siempre me amaba;
y mi vida retoñó,
su amor con pasión entregaba.
Ya volví a ser feliz,
al fin conozco el sosiego,
se cerró mi cicatriz.
Sanó mi alma sin ruego.
El pasado se murió,
huyó y yace inerte.
La Luna relució
felíz y alegre al verte.
Carlos Rafael
Imagen de Pinterest
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