La silla te espera,
tu tasa de café se enfría,
mis ojos, ansiosos te buscan.
Estoy perdido...
Las horas pasan,
y mis ganas por verte
se las engulle el tiempo.
Estoy angustiado.
La gente se va yendo
la noche me acorrala,
la música huye del lugar...
El silencio es atroz.
De pronto estoy solo,
mis labios trémulos
el alma en aflicción.
La voz se me quiebra.
Élla no ha venido
no sé si la he perdido.
Pero, el corazón dice
que ya no vendrá.
No sé si habrá mañana,
siento caerme en un vacío.
¡Rayos! no sabía, no sabía
que la amaba demasiado.
Carlos Rafael
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