Tú, conmigo, mirando la Luna llena,
te decía tantas cosas, por ejemplo:
"Amo tu melodiosa voz cuando me hablas."
Y tu, con la cabeza apoyada en mi hombro, me decias:
-"Gracias... que bonito estás escribiendo..."
-Pero, querida si eres tú la que inspiras,
la noche de Luna es tuya y brilla en tí.
- "Qué tiene mi voz si yo la escucho normal".
- Es que es tuya, no la sentirás como la siento yo,
me embelesa, no sabes cómo
me gusta oírte.
Te quedaste callada, y aún así
amé tu silencio.
Después, dijiste que nada malo habías dicho;
y me quedé dormido, pensando
en tu bella existencia.
Carlos Rafael.
Imagen de Pinterest
No hay comentarios:
Publicar un comentario